Aurora es una artista libre e impulsiva que tiene un precioso estudio de pintura frente a la playa de un pequeño pueblo al sur de California. Adora las piedras naturales, los gatos y andar descalza contemplando el cielo nocturno. Pero todo da un vuelco el día que descubre que le quedan pocos meses de vida y, por si fuera poco, que su chico le ha sido infiel. Es entonces cuando decide dar un giro radical a su manera de entender el mundo, que coincide con la llegada al pueblo de Narel, el nuevo guardafauna marino que pondrá patas arriba su existencia. Junta a él emprenderá un viaje en el que no solo conocerá la belleza de las ballenas del Pacífico, sino también la magia del amor y la importancia de vivir cada momento como si fuera el último.
Nº páginas: 288
Trilogía: El día que (#2)
Editorial: Roca editorial
Año: 2017
Mi reseña:
El día que el océano te mire a los ojos es la segunda parte de esta romántica trilogía, aunque se puede leer de forma independiente a los otros dos. El único motivo por el que deberías leerlo en orden es porque en cada libro salen los protagonistas del anterior y si no respetas el orden es posible que te hagas un gran spoiler sobre que ha sido de ellos.
Esta vez tenemos a Aurora como protagonista: una chica decidida, creativa, independiente y con una vida monótona que la está ahogando. Lleva prácticamente media vida con su novio Mark del cual se siente bastante alejada desde que no comparten casa y ha empezado a sentir que ya nada es lo mismo. El día que descubre que sufre la misma enfermedad de su madre, también se entera de un gran secreto que Mark guarda y su vida se desmoronará por completo. Sólo Narel, el nuevo habitante del pueblo, le hará sentir que no todo está perdido.
Una vez más admiro la forma en que Paola Calasanz consigue atrapar al lector con una pluma ágil y un estilo narrativo dulce y sencillo. La verdad es que el libro es corto y la letra bastante grande así que es muy rápido de leer y si te gusta el género romántico definitivamente deberías leerlo. Para mí, que quizás no soy tan fan de este tipo de libros, hay acontecimientos que se me hacen poco creíbles y que me echaron un poco para atrás a la hora de disfrutar del todo.
Obviamente mi personaje favorito de este libro (y toda la saga en realidad) es Sam. Me enamoré del personaje en cuanto apareció y la forma en que actua me parece increíble. Realmente pude imaginármela y le cogí mucho cariño. Es una chica dulce, divertida, cariñosa y demasiado madura para su edad que sólo busca sentirse querida.
El final me decepcionó bastante y no me gustó en absoluto. Esperaba algo bastante distinto y supongo que el hecho de que no terminara como yo creía que lo haría ha restado bastantes puntos a la historia.
Un libro en la línea del primero en la que se respeta más a los animales y la tierra que a las personas que nos rodean con un discurso que no se si me acaba de convencer debido a que los chicos que nos explican lo mal que se hacen las cosas lo verbalizan de una forma más atacante que informadora y eso es algo que quizás no comparto si bien el mensaje me parece bonito.
Aún así rescato el mensaje positivo de la novela respecto a cuidar del medio ambiente, de los animales y ser conscientes de que todos podemos hacer pequeños cambios para ayudar a no destruir nuestra fuente de recursos de una forma tan rápida.
